Kintsugi: La belleza de las cicatrices

El Kintsugi (también conocido como Kintsukuroi) es una antigua técnica japonesa que se traduce literalmente como «carpintería dorada». Los japoneses han utilizado técnicas de lacado durante aproximadamente 9,000 años, y esta habilidad y forma de arte aún se valora hasta nuestros días.

En este arte japonés se emplea un metal precioso para unir los pedazos de cerámica roto y al mismo tiempo mejorar la apariencia de las roturas. En esencia es unir fragmentos y darles un aspecto nuevo y más refinado. Cada pieza es única debido a las diversas formas en que se rompe la cerámica y los patrones irregulares formados.

La esencia detrás de Kintsugi es la unión de tres filosofías asiáticas más destacadas. La filosofía Zen, Mono No Aware y Wabi Sabi se unen en el arte de Kintsugi para enseñarnos que la reparación requiere transformación y que las grietas tienen un mérito filosófico y un significado.

De forma simbólica se da valor a nuestras cicatrices, es decir, con esta filosofía los pedazos de ti que crees que están rotos, los pedazos que crees que están dañados, ya no son considerados de esa forma. Sino como un hermoso camino, un proceso lleno de grandes experiencias. 

«El mundo rompe a todos y después muchos son fuertes en los lugares rotos».

-Ernest Hemingway

Y debido a que en el minimalismo buscamos vivir con intensión, es decir, enfocarnos en lo que tiene valor. No solo nos permitimos aprender de la experiencia que nos llevó a quiebre, sino que la valoramos de una forma hermosa e intencional. No somos un objeto dañado, somos una persona que ha crecido de esas experiencias, no seríamos lo que somos ahora de no ser por ellas. ¡Nos enfocamos en lo importante, la evolución obtenida de nuestra experiencia!… esa cicatriz que aportó para nuestro crecimiento es hermosa, brillante y hace destacar la persona que somos.

Kintsugi y sus enfoques

La técnica Kintsugi es aplicable en muchos aspectos. Por ejemplo, en lo material y hablando también del minimalismo, esta técnica nos recuerda que podemos no tirar los objetos rotos. Cuando un objeto se rompe, no significa que ya no sea útil, al contrario, puede llegar a ser más valioso y por lo tanto deberíamos intentar repararlo. Y de forma filosófica esta es la esencia de la resiliencia. En donde debemos buscar una manera de hacer frente a los eventos traumáticos con una perspectiva positiva, aprender de las experiencias que permitieron nuestra evolución, apreciar lo mejor de ellas y convencernos de que exactamente lo que se rompió en nosotros nos hace que seamos únicos y valiosos.

"Menos es Más"

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