Por donde empezar, o como ayudo para mejorar...
Eso pensé en mi primer trabajo para una empresa japonesa.
Con mi gusto por la organización y productividad, sentía que me iba a poder comer el mundo. Es más, sentía que pertenecía.
Y así lo vivía, lo sentía y la verdad me sentía muy orgullosa de mi esfuerzo por conseguirlo.
Una área que yo creía que conocía, las ventas, las ventas del sector metal mecánico…. sabía que me faltaba mucho por aprender sin embargo tenía fe de mis aptitudes y conocimientos.
Aplicaba las herramientas de productividad laboral que años atrás había aprendido, técnica POMODORO, administración del tiempo, priorizar actividades/tareas, mantenía mi espacio de trabajo/correo limpio, organizado y libre de distracciones, delegaba actividades… etc, etc, etc.
Confiaba en mi estilo de vida saludable, mi fiel creencia que la salud mental es primero, hacía ejercicio diario, me alimentaba de forma casera y sana, hacía ayuno intermitente.
Hasta que la presión laboral me ganó…. di de más, me descuidé mental y físicamente, tropecé en conversaciones que no debía, no supe poner límites a la enseñanza que me querían dar de «no puedes todo, te falta aprender, bájale al ego, pon límites»… no lo sé, quizá un poco de todo o todo.
El punto es que me dio BURN-OUT…. y lo explicaré según los síntomas que yo tuve. Un cansancio físico excesivo, agotamiento mental, irritabilidad, ansiedad, migrañas, depresión, baja autoestima, sensación de persecución, incomodidad con mis compañeros y desconfianza.
No podía pensar claramente, todo lo hacía lento y me sentía aletargada, perdí kilos de peso en poco tiempo, el cabello se me comenzó a caer… en fin, la pasé muy mal.
Desconozco sí quien lo ha vivido lo experimento igual, pero yo sentía que me había derrumbado. Mi fortaleza mental se había esfumado… y me dolía, tantos años que había invertido a mí, en nutrir esa parte.
En fin, gracias a que tengo un gran grupo de personas que me apoyan, mi familia, mis amigos, mi terapeuta… estoy logrando avanzar.
Esta vivencia me hizo recordar que soy humano, imperfecto y que no soy eterno, que me puedo equivocar, quebrar pero siempre evolucionar… me hizo recordar lo mucho que amo el minimalismo, la gratitud, el Slow Living, LAGOM, el simbolismo del KINTSUGI…. y otras técnicas de las que tanto hablaba. ¿Cómo da muchas vueltas la vida, verdad?
Pero todo tiene una razón de ser…. evolucionar para ser nuestra mejor versión.
Lo que sí, es que estoy súper agradecida…
- Agradezco a mi ente superior que sigue cuidando mi andar.
- Agradezco a mi cuerpo por soportar mis mal pasadas.
- Agradezco a mi mente que día a día se enfoca por salir de esa ansiedad y estrés.
- Agradezco las enseñanzas de las personas.
- Estoy infinitamente agradecida con mi familia, por apoyarme, levantarme, darme consejos, acompañarme en el proceso de recuperación.
- Agradezco a mis amigos, por ayudarme a poner los pies en la tierra, por ayudarme a ver las situaciones con claridad.
- Y obviamente agradezco a mi terapeuta por las herramientas que me brindó y recordó en los momentos necesarios.
Retomando el equilibrio...
Después de todo… ¿Qué fue lo que hice para retomar el rumbo de mi equilibrio?
Me enfoqué en las herramientas que ya he aprendido, regresé a mi diario de hábitos:
- A cuidar mi alimentación… casera, equilibrada y antiinflamatoria.
- Beber suficiente agua, a lo que estoy acostumbrada.
- Retomé mi diario de gratitud.
- Regresé al gimnasio.
- Estoy practicando relajación antes de dormir y retome el conteo de horas efectivas de descanso.
- Me alejo de personas que hacen comentarios de otros y me reservo mis comentarios.
- Hice limpieza de objetos que ya no utilizo, lo cual me permite practicar el «soltar y seguir adelante«.
- Me enfoco en el aquí y en el ahora, evitando así la ansiedad.
- Busco mantener mi mente positiva y activa.
- Retome la cocina, una actividad que disfruto y me llena de paz.
- Busco hacer actividades con mis seres queridos y amigos.
En resumen, creo que es primordial recordar lo siguiente:
- Sé feliz con lo que tienes, mientras llega lo que anhelas.
- El cuidar de mí y mi felicidad es trabajo mío y de nadie más.
- Busca en ti, todo surge de ti.
- Resiliencia ante todo.
- Los juicios que hacemos de otros están cargados de proyecciones.
- Y muy importante…. solo ayuda a quien te lo pide o a quien acepta tu apoyo.
Actualizando esta publicación… les platico que finalmente renuncié a esa empresa!!! 😉
Obviamente estoy con la incertidumbre del cambio y debido a que no fue planeado pues con un poco de miedo por lo que sigue…. sin embargo muy satisfecha de que por fin se terminó.